lunes, 26 de marzo de 2012

la iglesia medieval

En la Edad Media, la Iglesia Cristiana tuvo un rol decisivo. Fue la única institución que logró ejercer su poder a lo largo de una Europa fragmentada políticamente.
La vida cotidiana en la Edad Media y la forma de pensar de nobles y campesinos estaban muy influenciados por los principios y creencias de la Iglesia Cristiana. Como consecuencia de esto, las acciones de la gente se hallaban estrechamente ligadas a las normas religiosas.
La Iglesia era al mismo tiempo el centro de la vida intelectual. Desde este rol preeminente, posibilitó el afianzamiento de una particular interpretación del mundo, diseñado y ordenado según los designios Dios. Se cristalizó así una mentalidad medieval basada en preceptos religiosos que perduró durante siglos.
Sustentación : 
Aporte personal: A lo largo de la historia es claro evidenciar que la transcendencia de la Iglesia  ha sido significativa ; en primer lugar encontramos que en la Edad Media fue una de las instituciones más importantes junto a la monarquía ya que ayudaron al desarrollo y sustento económico de todo un pueblo o nación, por otra lado, permitió la expansión de una fe por todo el mundo y se mantuvo fuerte junto a sus normas y mandamientos. aunque es necesario identificar que no siempre tuvo epocas buenas, ya que evidenciamos un tiempo de cruzadas que eran  una serie de campañas militares comúnmente sostenidas por motivos religiosos llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, en particular, de los francos de Francia y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas, con el objetivo específico de restablecer el control cristiano de Tierra Santa, se libraron durante un período de casi 200 años, entre 1095 y 1291. Tuvo como consecuencia la muerte de muchisimas personas por no poseer una fe cristiana.

Santo Domingo Savio 

ació Domingo Savio en Riva de Chieri (Italia) el 2 de abril de 1842. Era el mayor de los cinco hijos de Ángel Savio, un mecánico muy pobre, y de Brígida, una sencilla mujer que ayudaba a la economía familiar haciendo costuras para sus vecinas.

Desde muy pequeño le agradaba mucho ayudar en la Santa Misa como acólito, y cuando llegaba al templo muy de mañana y encontraba la puerta cerrada, se quedaba allí de rodillas adorando a Jesús Eucaristía, mientras llegaba el sacristán.

El día anterior a su primera confesión fue a donde su mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había proporcionado con sus defectos infantiles. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: "Prefiero morir antes que pecar".
A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía, le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio, le recitó de memoria todo aquel capítulo y fue aceptado. Al recibir tan bella noticia le dijo a su gran educador: "Ud. será el sastre. Yo seré el paño. Y haremos un buen traje de santidad para obsequiárselo a Nuestro Señor". Esto se cumplió admirablemente.

Un día le dijo a su santo confesor que cuando iba a bañarse a un pozo en especial, allá escuchaba malas conversaciones. El sacerdote le dijo que no podía volver a bañarse ahí. Domingo obedeció aunque esto le costaba un gran sacrificio, pues hacía mucho calor y en su casa no había baño de ducha. San Juan Bosco añade al narrar este hecho: "Si este jovencito hubiera seguido yendo a aquel sitio no habría llegado a ser santo". Pero la obediencia lo salvó.

Cierto día dos compañeros se desafiaron a pelear a pedradas. Domingo Savio trató de apaciguarlos pero no le fue posible. Cuando los dos peleadores estaban listos para lanzarse las primeras piedras, Domingo se interpuso en medio de los dos con un crucifijo en las manos y les dijo: "Antes de lanzarse las pedradas digan: Jesús murió perdonando a los que lo crucificaron y yo no quiero perdonar a los que me ofenden". Los dos enemigos se dieron la mano e hicieron las paces. Por muchos años ellos recordarían con admiración este modo de obrar de su amigo.

Por tres años se ganó el Premio de Compañerismo, por votación popular entre 800 alumnos. Los compañeros se admiraban de verlo siempre tan alegre, tan amable, y tan servicial con todos; ellos recordarían lo que él les repetía: "Nosotros demostramos la santidad, estando siempre alegres".

Con los mejores alumnos del colegio fundó una asociación llamada "Compañía de la Inmaculada"para animarse unos a otros a cumplir mejor sus deberes y a dedicarse con más fervor al apostolado. Llama la atención que de los 18 jóvenes con los cuales dos años después fundó San Juan Bosco la Comunidad Salesiana, 11 eran de la asociación fundada por Domingo Savio.







Viviana Acevedo Rey 11 A 

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