lunes, 26 de marzo de 2012

La Iglesia y el terremoto de Haití 

Tema: Reacción de la Iglesia

En el pasado terremoto , una de las pérdidas más grandes para la comunidad católica y el país, se vio en la capital, la archidiócesis se quedó sin templos mientras la gente rezaba en las calles. Más de 170 mil dólares fueron enviados para los seminaristas que quedaron sin seminario. 

La Iglesia y varias instituciones vinculadas, abrieron cuentas y se movilizaron para prestar ayuda. Entre ellas se encuentran: 

Familias Cristianas 

Manos Unidas 

Catedral de Haití 
Ayuda a la Iglesia Necesitada: ha lanzado una campaña de ayuda de emergencia. Con esos recursos, la Iglesia Católica haitiana, a través de sus sacerdotes y misioneros, distribuye la ayuda entre la población afectada por el seísmo. 
Manos Unidas  ha abierto una cuenta de emergencia en el Banco Santander, cuya recaudación se destina a la adquisición de productos de primera necesidad y, posteriormente, a labores de reconstrucción del país. 
Cáritas Española ha enviado ya de manera urgente una primera partida de 175.000 euros para apoyar las operaciones de emergencia de la Cáritas Haitiana y ha mandado a la isla a un grupo de siete expertos de su red internacional para participar sobre el terreno en el operativo de respuesta a la emergencia. 
Familia Salesiana
La Conferencia Episocpal Italiana, por su parte, ha destinó dos millones de euros a los efectos de la catástrofe. 
El cardenal Nicolás López, arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, pide ayuda a las naciones hermanas de América y de otros continentes. 

Obras Misionales Pontificias (OPM) destinará el dinero de los 14 proyectos de ayuda aprobados para diferentes fines en Haití únicamente a la reconstrucción del país. 

Aporte Personal: Pienso que la labor de la Iglesia, la manera en la que cumplen su doctrina, es fundamental para la vida de la sociedad. Dios nos ha enviado a todos diciéndonos que nos amemos unos a otros como él nos ama, y eso es lo que la Iglesia muestra en los momentos de dolor, de pérdida y de necesidad, además de generar una tranquilidad para aquellos que creen ciegamente en Dios porque lo sienten en ellos y les da fuerza para salir adelante. 

María Camila Umaña Páez
Once C 

1 comentario: