lunes, 26 de marzo de 2012





       Una vocación santa



Los Pastores dabo vobis, hablando de la vocación del sacerdote a la santidad, después de subrayar la importancia de la relación personal con Cristo, presenta otra exigencia: el sacerdote, llamado a la misión del anuncio, recibe el encargo de llevar la buena nueva como un don a todos. Sin embargo, está llamado a acoger el Evangelio ante todo como don ofrecido a su propia existencia, a su propia persona y como acontecimiento salvífico que lo compromete a una vida santa.


 

 

 

Vocación Sacerdotal


Todos al ser creados por el Padre, tenemos una vocación específica que cumplir en un tiempo determinado, Jesús llama a algunos de entre los hombres para compartir con Él su sacerdocio ministerial; pero ese llamado trae consigo ciertas exigencias que hay que cumplir para ejercer fielmente esa vocación a la que han sido llamados.

Es por eso, que ciertos bienes propios de la naturaleza del hombre son dejados a un lado por la respuesta dada a Cristo, como es el caso del matrimonio dejado "por el Reino de los Cielos" ( Mt 19, 12).








Por ello, los llamados, para perseverar en la vocación, no debemos ni podemos atenernos a nuestras propias fuerzas, sino que tenemos que hacernos llegar de aquellos medios que el mismo Cristo nos da y con ellos seguir trabajando por el Reino. Por tanto en la Promoción Vocacional Sacerdotal se ayuda a los jóvenes a descubrir el llamado de Dios, para que puedan discernir y perseverar, dado el caso, en su vocacional sacerdotal.




Recuerda que la vocación es un proceso        

- La vocación sacerdotal es un proceso como toda historia de amor
-Dios se esconde un poco cuando nos llama y es que quiere dejar el margen suficiente a nuestra libertad (de otro modo no sería una historia de amor sino de esclavitud)
- Pide ayuda a algún sacerdote orientador vocacional
- Aprovecha los encuentros y retiros vocacionales para conocer más de la vocación y el ambiente del seminario.




 . LA FE ES EXPERIENCIA NO TEORIA





La vocación al sacerdocio es:

Un misterio de amor entre un Dios que llama por amor y un hombre que le responde libremente y por amor.

Un llamado a ser puente entre Dios y los hombres.

Un llamado a seguir en el mundo, para salvarlo, pero sin ser del mundo.

La decisión de un joven que quiere dedicar su vida a ayudar a sus hermanos a salvar sus almas y hacer este mundo más como Dios lo pensó.

La vocación al sacerdocio no es

Un sentimiento: se suele decir que "siento la vocación". En realidad la vocación no se siente. Es, más bien, una certeza interior que nace de la gracia de Dios que toca mi alma y pide una respuesta libre. Si Dios te llama, la certeza irá creciendo en la medida de que tu respuesta vaya siendo más generosa.

Un destino irrevocable (ineludible): Muchos creen que el que tiene la vocación "se va porque se va". No. La vocación es un misterio de amor y el amor es siempre libre. Si yo no respondo con generosidad, el llamado de Dios queda frustrado.

Un refugio para el que tiene miedo a la vida.

Una carrera como cualquier otra: es una historia de amor.

Una seguridad matemática: en la vocación sacerdotal tienes que aceptar el riesgo del amor, pero recuerda que es un riesgo en manos de Dios.



. FORMACION DE LOS SACERDOTES TEOLOGICA Y CULTURAL




Aporte personal:


El sacerdote hijo de Dios y llamado espiritualmente para cumplir la función de enseñar a sus hijos a la eucaristía y guiarlos en su vida como tal  por eso  el sacerdote es el encargado de la enseñanza espiritual de cada uno de nosotros pues el lleva cierta responsabilidad a cargo ya que cumple con su enseñanza a través de la iglesia y respeta correctamente el llamado de Dios pues gracias al sacerdote aprendimos a rezar y a su ves relacionarnos con Dios nuestro señor , es enseñarnos  a través de su predica ya que su vocación de sacerdote es principalmente para guiarnos por el camino del bien, en conclusión el sacerdote es como el líder espiritual delegado por el mismo Dios para cubrir y satisfacer las necesidades de cada ser humano.




 

SAN MIGUEL ARCÁNGEL




San miguel es uno de los siete arcángeles y esta entre los tres cuyos nombres aparecen en la biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael, la santa iglesia da a san miguel el más alto lugar entre los arcángeles y la llama el príncipe de los espíritus celestiales, jefe o cabeza de la milicia celestial. Ya desde el antiguo testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continua en el nuevo testamento.

Muy apropiadamente es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de lucifer poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.

La cristianidad desde la iglesia primitiva venera a san miguel como el ángel que derroto a santanas y sus seguidores y los echo del cielo con su espada de fuego

Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente ala hora de la muerte.



San Miguel Arcángel, defiéndenos
en la lucha. Sé nuestro amparo contra
la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus
malignos que andan dispersos por el
mundo para la perdición de las almas.
Amén.







Bibliografía

http://www.vidasacerdotal.org/index.php/valores-sacerdotales/el-celibato-sacerdotal/219-la-importancia-del-celibato-sacerdotal.html


http://www.mercaba.org/FICHAS/SACRAMENTOS/ORDEN/vocacion_sacerdocio.htm





PAULA ANDREA ORTIZ MUÑOZ 

       DECIMO  D

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