jueves, 22 de marzo de 2012

DIOS EN LA VIDA DE LOS JOVENES

El Dios de la Vida que ha creado todas las cosas y acompaña a todas sus creaturas a lo largo de su existencia, ha tenido la iniciativa de hacerse presente en el caminar y en la vida de los jóvenes. No quiere dejarlos solos, especialmente en las situaciones más difíciles o cuando creen que están más alejados. Precisamente en esos momentos, su presencia se hace más visible y cercana.
Esta presencia de Dios en el caminar y en la vida de los jóvenes es un llamado para que sean protagonistas de su plan de salvación, para que descubran su identidad de hijos de Dios y respondan comprometiéndose con el proyecto que tiene para su pueblo. Así, podrán ir construyendo sus vidas junto con las de todos los demás llamados a caminar hacia el cumplimiento de la promesa.



Dios nos acompaña en nuestras vidas en todo momento, especialmente en los mas difíciles para ayudarnos, levantarnos y guiarnos para seguir adelante; una de las etapas mas difíciles por las que  atraviesa el ser humano es la juventud, los jóvenes se enfrentan han cambios drásticos y empiezan a experimentar nuevos mundos es por esto que Dios está más pendiente de y más cerca de los jóvenes para guiarlos e iluminarlos en su camino pues busca crear futuros adultos que sigan el camino de Dios cumpliendo con el fin para el cual fueron llamados a la tierra, evitar que se des encarrilen y arruinen su vidas pues los jóvenes son vulnerables a cualquier cosa pues están expuestos a un mundo donde hay muchas tentaciones que hacen que se desvíen del camino.
Para concluir como Dios nos ama tanto y quiere lo mejor para nosotros siempre va a esta a nuestro lado para que encontremos en él un amigo y un apoyo en los momentos difíciles, para que sepamos que nunca vamos a esta solos y para poder seguir adelante y cumplir con nuestras metas sin desviarnos de ellas por las tentaciones.  


SANTA TERESA DEL NIÑO JESUS
María Francisca Teresa nació el 2 de Enero de 1873 en Francia. Hija de un relojero 
y una costurera de Alençon. Tuvo una infancia feliz y ordinaria, llena de buenos
ejemplos.
Teresita era viva e impresionable, pero no particularmente devota.
En 1877, cuando Teresita tenía cuatro años, murió su madre, su padre vendió su
relojería y se fue a vivir a Lisieux donde sus hijas estarían bajo el cuidado de su
tía, la Sra. Guerin, que era una mujer excelente. En una peregrinación por el 
jubileo sacerdotal del Papa León XIII. Al arrodillarse frente al Papa para recibir
su bendición, rompió el silencio y le pidió si podía entrar en el convento a los
quince años. El Papa quedó impresionado por su aspecto y modales y le dijo
que si era la voluntad de Dios así sería
Teresita se enfermó de tuberculosis. Quería ir a una misión en Indochina
pero su salud no se lo permitió. Sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida.
Fue un período de sufrimiento corporal y de pruebas espirituales.
En junio de 1897 fue trasladada a la enfermería del convento de la que no
volvió a salir. A partir de agosto ya no podía recibir la Comunión debido a su
enfermedad y murió el 30 de Septiembre de ese año.
Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le presenta como una
monja carmelita con un crucifijo y rosas en los brazos. Ella decía que
después de su muerte derramaría una lluvia de rosas.

El culto a esta santa comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos
gracias a su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo entero.
 


 Laura Andrea Gómez León 10B

 BIBLIOGRAFIA:

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