domingo, 25 de marzo de 2012


El sentido de la vida: ¿Dónde podemos hallarlo?
La vida contiene muchas preguntas, pero una que nos hacemos todos muy seguidamente es ¿para que vine al mundo? Pocas veces, podemos hallar la respuesta para esta pregunta con inmediatez; debemos pasar por muchas pruebas y desafíos para descubrir quienes somos realmente y cual es nuestra misión en la tierra. Pero para superar dichas pruebas, debemos tener a Dios como sustento principal en nuestras vidas, como redentor de fe y esperanza, de fuerza y de luz. Algunas personas ven en la muerte una salida fácil a los problemas y situaciones difíciles que ponen a prueba nuestra capacidad para soportar los dolores y seguir adelante. Una de estas salidas es el suicidio, que es  el acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la muerte. Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren depresión y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado (hasta cinco veces más) de padecer tendencias al respecto. Los padecimientos psíquicos se encuentran presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio; entre ellos, aparte de la depresión se encuentran también los trastornos de ansiedad y las dependencias. En estos casos, la fe queda corta al igual que la confianza en Dios, y se pierden vidas que podrían haber generado cambios en otras personas y en la sociedad, dando testimonios de superación personal y asegurando que el poder de Dios es más fuerte de cualquier otro.












Por eso es importante fijarnos en las cosas positivas que cada día nos ofrece, en los errores de los cuales podemos aprender y entender que todos estamos vivos con un propósito, y que nuestra vida siempre tendrá sentido. http://www.youtube.com/watch?v=mdpNhu9l6Xo&ob=av2e

Juana De arco
Juana de Arco (6 de enero de 1412 – 30 de mayo de 1431)[1] , también conocida como la Doncella de Orléans. 
Nacida en Domrémy, pequeño poblado situado en la región de la Lorena, Francia.
Su infancia transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés.
A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota 
Con 17 años encabezó el ejército real francés. Convenció al rey Carlos VII de que expulsaría a los ingleses de Francia y éste le dio autoridad sobre su ejército en el Sitio de Orleans.
Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que permitieron la coronación del delfín como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).
Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero le insistieron y se quedo. Tuvo un infructuoso ataque contra parís en septiembre de 1429.
En el asedio de Compiègne, fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430. 

Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería.
Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería y se le condeno a cadena perpetua (tras retractarse de sus declaraciones)
Días más tarde reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán.

Fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.


MANUELA LINCE 
DÉCIMO C



1 comentario: