martes, 27 de marzo de 2012

María Angélica Pineda - Once A

En nuestros días, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolución presente del mundo, sobre el puesto y la misión del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino último de las cosas y de la humanidad. Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza. He aquí algunos rasgos característicos del mundo moderno:




Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir. 








Nunca ha tenido el hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica. Mientras el mundo siente con viveza su propia unidad y solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones políticas, sociales económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. 





El espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar. La técnica con sus avances está transformando la faz de la tierra e intenta ya la conquista de los espacios interplanetarios. 

El tipo de sociedad industrial se extiende paulatinamente, llevando a algunos países a una economía de opulencia y transformando profundamente concepciones milenarias de la vida social. 







El hombre debe por iniciativa propia generar un cambio, ya que en varias ocasiones se les ha intentado dar soluciones a distintas problemáticas pero el hombre por naturaleza tiende a querer el poder sobre los otros, a ver la miseria ante sus ojos e ignorarla, a "avanzar" con la tecnología y olvidar su identidad. La solución no hace parte solamente de los gobiernos y de las personas que manejan el poder, esta en cada uno de nosotros y nuestra actitud de cambio. 

"Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo."- Alexei Tolstoi (1882-1945) Novelista soviético.







Este Santo es el famoso patrono de las "Corridas de San Fermín" en España. Su nombre proviene de "Firmus", el firme, el valeroso. Construyó un templo en Amiens, y en esa ciudad convirtió muchos paganos al cristinanismo. Amiens recibió también el martirio por proclamar la fe en Jesucristo.
Como Santo no quiso dejar de predicar la verdadera religión., entonces el gobernador le mando cortar la cabeza.
Así obtuvo lo que más quería en toda su vida : derramar su sangre por Jesucristo y llegar a ser mártir de nuestra santa religión.
La ciudad de Pamplona celebra su fiesta, cada 7 de julio con grandes regocijos populares.


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