domingo, 25 de marzo de 2012

una mirada al tiempo litúrgico


Ciclo litúrgico: 
El Año Litúrgico es la celebración y actualización del misterio de Cristo en el Tiempo, es decir, la conmemoración de las etapas más importantes del desarrollo del plan de salvación de Dios para el hombre. Es un camino de fe que nos introduce progresivamente en el misterio de la salvación a través de las diferentes fiestas y celebraciones. Como cristianos, recorremos este camino para realizar en nosotros mismos este plan divino de amor que apunta a que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad como se señala en la primera carta a Timoteo, en su capítulo 2, versículo 4.




 La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección. En el Triduo Pascual se recuerda y se vive junto con Cristo su Pasión, Muerte y Resurrección. 

El Domingo de Pascua es la mayor fiesta de la Iglesia, en la que se celebra la Resurrección de Jesús. Es el triunfo definitivo del Señor sobre la muerte y primicia de nuestra resurrección.

El Tiempo de Pascua es tiempo de paz, alegría y esperanza. Dura cincuenta días, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, que es la celebración de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. En esta fiesta se trata de abrir el corazón a los dones del Espíritu Santo.

Después de Pentecostés sigue el Segundo tiempo ordinario del año litúrgico que termina con la 
fiesta de Cristo Rey.

El eje del Año litúrgico es la Pascua. Los tiempos fuertes son el Adviento y la Cuaresma.

Durante el Adviento, Navidad y Epifanía se revive la espera gozosa del Mesías en la Encarnación. Hay una preparación para la venida del Señor al final de los tiempos: “Vino, viene y volverá”.
En la Cuaresma, se revive la marcha de Israel por el desierto y la subida de Jesús a Jerusalén. Se vive el misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo: “Conversión y meditación de la palabra de Dios”.

En el Tiempo Pascual se vive la Pascua, Ascensión y Pentecostés en 50 días. Se celebra el gran domingo: “Ha muerto, vive, ¡Ven Señor Jesús!

En los tiempos ordinarios, la Iglesia sigue construyendo el Reino de Cristo movida por el Espíritu y alimentada por la Palabra: “El Espíritu hace de la Iglesia el cuerpo de Cristo, hoy" .

OPINIÓN:  
El tiempo de cuaresma es un momento que miramos al pasado de Jesús  y nos relacionamos y pensamos que todo lo que se relaciona con la vida de Jesús nos tiene una gran relación con nosotros para ver cada vez mas la y observar que el hizo algo por nosotros. 

Juliana Gómez N 11B

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