Dios en la vida de los jóvenes
El Dios de la Vida
que ha creado todas las cosas y acompaña a todas sus creaturas a lo largo de su
existencia, ha tenido la iniciativa de hacerse presente en el caminar y en la
vida de los jóvenes. No quiere dejarlos solos, especialmente en las situaciones
más difíciles o cuando creen que están más alejados. Precisamente en esos
momentos, su presencia se hace más visible y cercana.
El relato bíblico de
Jacob lo asegura. Escapando de su hermano Esaú y volviendo a su tierra en busca
de nuevas posibilidades para rehacer y realizar su vida, tuvo un sueño que lo
transformó y lo hizo un hombre nuevo, convencido de la presencia y de la
cercanía de Dios en su camino. Sus palabras a Jacob son las que vuelve a
repetir hoy a los jóvenes:
“Estoy contigo. Te
protegeré a donde vayas. No te abandonaré” y las que hacen reconocer
a Jacob que
“realmente Yavé está en este lugar y yo no lo sabía” (Gen 28,10-17).
Los jóvenes que Dios
llama hoy a ser protagonistas de las luchas de su pueblo, tampoco escapan a los
problemas y sufrimientos del mismo pueblo al que quieren ayudar a liberar.
Sus actitudes de
valentía, fidelidad, lucidez, amor y generosidad se entremezclan muchas veces
con actitudes de miedo, traición, duda, egoísmo, tentación de abandono y
postergación. Sin embargo, el Dios de la Vida sigue llamando...
“Numerosos jóvenes de
hoy desean ser protagonistas de la evangelización y artífices de la renovación
social’’
Sinceramente pienso
que Jesús esta en la vida de todos y cada uno de los jóvenes del mundo porque
todos lo necesitamos tanto de su ayuda como para agradecerle por todo lo
maravilloso que nos da día a día, no debemos dejarlo ataras ni olvidarlo porque
hay que recordar que es la persona que mas nos ama en el mundo.
San Lucas
Lucas el Evangelista
(hebreo: לוקא,
transliterado Lyka o Liká; griego: Λουκάς, Loukás) es considerado por la
tradición cristiana el autor del Evangelio según san Lucas y de los Hechos de
los Apóstoles. Fue discípulo de Pablo de Tarso.
Lucas de Antioquía, por lo tanto no era judío. Esto se ve
cuando Pablo lo separa de los circuncidados, 1 además de ser un hombre más de educación griega y de profesión médico. Estaba quizás también emparentado con el diácono Nicolás (un prosélito de Antioquía).2 Según reza la tradición, perteneció a los setenta y dos, esto es al grupo de seguidores de Jesús, pero según la exégesis las fechas de la escritura de sus obras no concuerdan en el tiempo. Sabemos que en la elaboración de su Evangelio Lucas hizo una rica investigación entrevistando a personas (incluyendo a los Apóstoles y tal vez a María, la madre de Jesús), que fueron testigos de estos hechos como se puede encontrar en el prólogo del Evangelio y que los Hechos de los Apóstoles es una continuación del mismo. Es el más largo y el mejor redactado por su elaboración exquisita del griego, como sólo una persona culta y sabia podía hacer en esa época. Lucanus (Lucas) se hizo cristiano mucho después y según la tradición conoció a María, la madre de Jesús, en una visita que hizo junto a Pablo.
laura ceballos-10a
Gracoas Laura por tu trabajo!
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