Cuando se es joven, nada parece ser fácil y nada parece tener una salida. Los jóvenes se
enfrentan a un mundo de cambios en todas las áreas de sus vidas, desde los
estudios hasta su propio cuerpo.
En esta etapa de la vida se es demasiado joven para algunas cosas y demasiado viejo para otras, nunca se sabe como se reaccionara ante alguna situación y sobre todo no hay seguridad de que es lo que en realidad se quiere y no esta mal, es simplemente parte del ser joven. Pero, a pesar de todo esto, no se debe olvidar que Dios siempre esta presente, no importa la etapa de la vida por la que se este pasando, El esta esperando que abramos nuestro corazón y entreguemos nuestra vida a El. Es lo mejor que se puede hacer cuando se es joven.
En Eclesiastés 11:9, la palabra de Dios nos dice “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer en tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos….”. Los jóvenes cristianos deben ser alegres, divertidos y entusiastas. Deben sobresalir por el gozo en sus vidas, recuerda Joven, somos una generación de jóvenes diferentes, y nos tenemos que caracterizar por nuestro gozo y entusiasmo para seguir y servir a Dios.
En esta etapa de la vida se es demasiado joven para algunas cosas y demasiado viejo para otras, nunca se sabe como se reaccionara ante alguna situación y sobre todo no hay seguridad de que es lo que en realidad se quiere y no esta mal, es simplemente parte del ser joven. Pero, a pesar de todo esto, no se debe olvidar que Dios siempre esta presente, no importa la etapa de la vida por la que se este pasando, El esta esperando que abramos nuestro corazón y entreguemos nuestra vida a El. Es lo mejor que se puede hacer cuando se es joven.
En Eclesiastés 11:9, la palabra de Dios nos dice “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer en tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos….”. Los jóvenes cristianos deben ser alegres, divertidos y entusiastas. Deben sobresalir por el gozo en sus vidas, recuerda Joven, somos una generación de jóvenes diferentes, y nos tenemos que caracterizar por nuestro gozo y entusiasmo para seguir y servir a Dios.
en cuanto mi aporte personal pienso que Dios esta en cada uno de nosotros que apesar de los problemas que tengamos siempre estará para nosotros aveces solo lo busquemos para que nos ayude en nuestras adversidades,pero eso tiene que cambiar cada día deberíamos dar gracias por que nos da un día mas y nos ayuda en todo lo que le logramos pedir,agradecerle por tener una casa en buenas condiciones,salud y los demás beneficios que tenemos,agradecerle por tener una mama que es lo mas importante de la vida y agradecerle por las personas que están en el cielo acompañándolo y que para nosotros son unos ángeles de la guardia que nos protegen cada día.
SAN FRANCISCO DE ASÍS
Dicen que a San Francisco lo declaró santo el pueblo, antes de que el Sumo Pontífice le concediera ese honor, y que si se hace una votación entre los cristianos (aún entre los protestantes) todos están de acuerdo en declarar que es un verdadero santo. Todos, aun los no católicos, lo quieren y lo estiman.
Lo quieren los pobres, porque él se dedicó a vivir en total pobreza, pero con gran alegría.
Lo estiman los ecologistas porque él fue el amigo de las aves, de los peces, de las flores, del agua, del sol, de la luna y de la madre tierra.
Nació en Asís (Italia) en 1182.
Su madre se llamaba Pica y fue sumamente estimada por él durante toda su vida. Su padre era Pedro Bernardone, un hombre muy admirador y amigo de Francia, por la cual le puso el nombre de Francisco, que significa: "el pequeño francesito".
Cuando joven a Franciscolo que le agradaba era asistir a fiestas, paseos y reuniones con mucha música. Su padre tenía uno de los mejores almacenes de ropa en la ciudad, y al muchacho le sobraba el dinero. Los negocios y el estudio no le llamaban la atención. Pero tenía la cualidad de no negar un favor o una ayuda a un pobre siempre que pudiera hacerlo.
Tenía veinte años cuando hubo una guerra entre Asís y la ciudad de Perugia. Francisco salió a combatir por su ciudad, y cayó prisionero de los enemigos. La prisión duró un año, tiempo que él aprovechó para meditar y pensar seriamente en la vida.
Al salir de la prisión se incorporó otra vez en el ejército de su ciudad, y se fue a combatir a los enemigos. Se compró una armadura sumamente elegante y el mejor caballo que encontró. Pero por el camino se le presentó un pobre militar que no tenía con qué comprar armadura ni caballería, y Francisco, conmovido, le regaló todo su lujoso equipo militar. Esa noche en sueños sintió que le presentaban en cambio de lo que él había obsequiado, unas armaduras mejores para enfrentarse a los enemigos del espíritu.
Francisco no llegó al campo de batalla porque se enfermó y en plena enfermedad oyó que una voz del cielo le decía: "¿Por qué dedicarse a servir a los jornaleros, en vez de consagrarse a servir al Jefe Supremo de todos?". Entonces se volvió a su ciudad, pero ya no a divertirse y parrandear sino a meditar en serio acerca de su futuro.
La gente al verlo tan silencioso y meditabundo comentaba que Francisco probablemente estaba enamorado. Él comentaba: "Sí, estoy enamorado y es de la novia más fiel y más pura y santificadora que existe". Los demás no sabían de quién se trataba, pero él sí sabía muy bien que se estaba enamorando de la pobreza, o sea de una manera de vivir que fuera lo más parecida posible al modo totalmente pobre como vivió Jesús. Y se fue convenciendo de que debía vender todos sus bienes y darlos a los pobres.
Paseando un día por el campo encontró a un leproso lleno de llagas y sintió un gran asco hacia él. Pero sintió también una inspiración divina que le decía que si no obramos contra nuestros instintos nunca seremos santos. Entonces se acercó al leproso, y venciendo la espantosa repugnancia que sentía, le besó las llagas. Desde que hizo ese acto heroico logró conseguir de Dios una gran fuerza para dominar sus instintos y poder sacrificarse siempre a favor de los demás. Desde aquel día empezó a visitar a los enfermos en los hospitales y a los pobres. Y les regalaba cuanto llevaba consigo.
Sara Ramos B
Décimo c
Gracias por tu trabajo Sarita!
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